lunes, enero 28, 2008

"Miguelito es el ratón, a mí: llámenme Mike!!"


Estrenando la sección "A platicar a su casa"

En mis años mozos de morro (y como ya lo he mencionado en un sinnúmero de ocasiones) fuí víctima -en calidad de cliente- de los chamaquitos abusadores, gandallas, bigotes de Juan Diego; Krápulas en toda la extensión de la palabra...

Recuerdo haber pasado tardes enteras imaginándome cómo sería ese presente si por algún extraño motivo (una picadura de araña radioactiva, una descarga de rayos Kamma, la operación a Andrés García en la película "El Macho Biónico", la llegada de un simio extraterrestre con el elocuente nombre de Roxana Bananna o mi perro pisoteando el teclado de mi 486DX convirtèndome en Fenomenoide, etc) tuviera algún superpoder que me permitiera enfrentar a los pequeños krápulas mencionados... a lo mejor ni siquiera un super poder, màs bien un poco de valor que evitara se me doblaran las rodillas y se fundiera el contenido de mis intestinos.

Cuántas veces nos hemos quedado a dos suspiros de gritarle al pendeje del coche de adelante que NO MAME!!, y deje de estar pite y pite en pleno despanzurramiento vehicular viaductense?, o de tirarle un putazo al franelero que exige 40 "lucas" por dejarte estacionar en la calle??, o mejor aún, aventarle soberana flema al familiar incómodo que se empeña en poner en duda nuestras preferencias sexuales en cada comida familiar aduciendo que no es normal tener 27 y no haberse casado??.

La respuesta a todos los cuestionamientos anteriores me surgió el día de anteayer; fecha memorable en la que la televisión (como casi siempre) me atrapó en estado de epifanía y orgasmo mental al develarme la verdad por medio de una verdadera joya del cine mexicano 80ero (protagonizada por Alejandro Parodi, Víctor Alcocer y la hypermegasuperfajablencamablesabrosihermosa Sasha Montenegro y magistralmente dirigida por Alejandro Gurrola).

Quítese prejuicios mi estimado lector, si tiene oportunidad de verla, hágalo, créame que no se va a arrepentir y de paso -ésto puedo apostarselo- en varios momentos se quedará pensando en cuánto le gustaría que su alter ego de tira cómica apareciera de vez en cuando.

La cinta se desenvuelve en el México de finales de los 70`s inicios de los 80´s, ese país en el que los Judiciales son Ley, todos usan pantalones de cachete de perro, el milagro de perrunoportillo caía en la categoría de pesadilla devaluadora, los políticos se tiroleaban a tanta chica de burlesque se encontraban; en general, un México de historieta de Frank Miller en un episodio del libro semanal protagonizado por la familia Burrón en crossover con Memín Pinguín... -así de ecléctico caún!!-.



Pues bien, en el mencionado escenario hay un grupito de judiciales jijuelachingá que al puro estilo 80ero-Negro-Durazo hacen de las suyas extorsionando, corrompiendo, chingando, robando, en fín, lo que hacen hasta nuestros días. El grupito es comandado por O`hara (Victor Alcocer) quien en un supuesto decomiso -y fiel a su deber de "Juda"- se chinga 2 kilos de azucar vaciladora colombiana; lo que no sabían era que el supuesto operativo no era otra cosa que una puesta en escena para que los medios lanzaran con bombo y platillo el decomiso...

El jefe de la corporación exige la cabeza del pendejo que la cagó, a lo que O´Hara escoge a uno de sus subalternos llamado Miguel (Alejandro Parodi) para que funcione de chivo expiatorio con la promesa de que en 6 meses estará fuera y de regreso en la corporación...

Miguel o "Miguelito", fan de las novelas policiacas de Mike Spline, es encerrado en el botellín, donde lo esperan los culeys que justa o injustamente fueron enviados a ese lugar por Miguelito. Un día, mientras lee una de las novelas de Spline sentadote en el "trono" es apañado por todos los culeros del bote y le dan una madriza bien loca que lo deja super madreado e inconsciente.

El antihèroe es operado del cerebro para salvarle la vida y pues como consecuencia de tanto putazo queda loco, dando paso a la muerte de "Miguelito" que en su lugar se ve transformado en Mike Hammer, protagonista de las novelas de Spline que tanto leía.

Cuando O`Hara va a visitarlo se encuentra con que al Miguelito "le patina la banda", ya no le gusta que le llamen Miguelito: "Miguelito es el ratón, a mí llámenme Mike".

Mike, organizando un pinche desmadre se escapa del "Manicure" y comienza a planear una venganza en contra del "rojo" (otro de los personajes de la novela) que amenaza con mancillar y acabar con los valores del mundo Occidental.


Cagadamente el Mike se mete en una bola de desmadres que doblemente cagado encajan desde su novela a la vida real de México involucrándose en una serie de divertidas situaciones, torcidos pasajes y bizarros diàlogos en lo que siempre habla con la solemnidad de Connery en 007.

No pienso contarles toda la movie, precisamente para que la vean; sin embargo, estoy seguro que con los datos mencionados se les depertarà el gusanito (jijijijijiji) para comprarla, rentarla o cazarla cuando salga en TV.

Qué chido sería que un día ese antihéroe que todos llevamos dentro hiciera su aparición y tuviera la suerte de encajar en nuestras bizarras vidas para que como Miguelito, pudieramos agregar solemnidad a nuestro vocabulario y un común "Tssss No Mames Caun, te voy a romper tu ma!!", fuera traducido a un "Esperpento social, pagarás por tus delitos"".

Por lo menos en éste momento su servidor ya no kiere super poderes o tener el arma de Andrés García en el Macho Biónico, sólo deseo limpiar la ciudad de malhechores...

Por cierto, Chris, Chris trabaja en una éstetica de la Romero Rubio, a mí, A MÍ llámenme Mike!!