viernes, junio 01, 2007

A Rex

Llenamos nuestra vida de trivialidades, de stress, nos encanta ahogarnos en un vaso de agua... ¿vivir para trabajar?... ¿trabajar para comprar?.... Llenar con cosas ese vacío que hay dentro de nosotros...

Regalos para la gente..., demostrartle cuánto -según nosotros la queremos-; al estar borrachos no sale el amor por todos y no nos cansamos de repetir cuánto queremos a la gente, cuán importante -en ese grado de alcohol- es para nosotros... al otro día, todo vuelve a la normalidad: regresar las cosas a su estado de jerarquía habitual y seguir en la rutina diaria...

Nunca había asistido a un servicio funerario por una "invitación personal" especialmente dirigida a mí... nunca había tenido la necesidad de asitir a dar el último adios a alguien ajeno a mi familia con un nexo directo a mí....

Es hoy, horas después de haber estado ahí en ese último "nos vemos" en que me doy el tiempo de pensar en varias cosas que de otra manera no me dentendría a revisar, es éste el momento en que no paro de preguntar a Dios ¿por qué?, es hoy cuando me doy cuenta cuán fugáz es la vida y cuan repentino es nuestro transitar por ésta vida... cómo la situación no varía en el momento en que te vas en comparación cuando estabas vivo....

Me quedan sólo dos cosas ke decir a éste respecto...

1.- Al igual que en la vida... en la muerte puedes estar rodeado de gente y realmente estar solo

2.- Mi Rex, no nos conocimos muy bien, pero el amor por los pumas y nuestra desvencijada Universidad nos une.... Se te va a extrañar...

Mis oraciones están contigo

C.

1 Comment:

Capi said...

No hay nada mas culero que ir a un funeral de alguien que conoces. Un abrazo compadre.